Los viajes escolares son muy importantes para nosotros. Nos ilusionan a todas las edades. Tanto si somos alumnos como profesores acompañantes, son una experiencia inolvidable. Durante esos días, se comparten vivencias que no se olvidarán en la vida. Además de conocer espacios nuevos o descubrir más sobre los que ya habíamos visitado, nos permite crecer en familia con las personas que nos acompañan.
¿Cómo organizamos los viajes escolares?
Un viaje escolar tiene que tener en cuenta varias cosas para poder realizarse. En primer lugar, el número de alumnos asistentes, el personal mayor de edad que va a servir de acompañamiento y los días de los que disponemos. Las opciones a la hora de escoger un destino van a verse determinadas sobre todo por estas tres cosas. Si disponemos de pocos días, no nos va a compensar irnos lejos porque perderemos el tiempo en el transporte. Por eso, hay sitios espectaculares que conocer sin recorrer muchos km:
- Madrid y sus alrededores podemos visitarlo en 5 días: con mucha implicación cultural y visitas a museos, así como parques temáticos.
- Barcelona y el Pirieno catalán también es una excursión perfecta para cinco días: puede unir naturaleza de monte, mar y parques de atracciones.
- Asturias y Cantabria nos acerca a los deportes de aventuras y a la naturaleza viva (Cabárceno).
- Granada y Córdoba en ese tiempo nos permite conocer mundos antiguos y arquitecturas que han sobrevivido a estos.
Si disponemos de más días, podemos irnos más lejos (Roma y Florencia, París, Londres, Amsterdam…) Asimismo, también podemos hacer un viaje extraescolar diferente, como hacer el Camino De Santiago (algún tramo largo o un recorrido extenso).
En conclusión, los viajes escolares deben ser pensados, porque los recordaremos para siempre. Antes de escoger destino, debemos valorar las edades, nuestros intereses al viajar y el tiempo del que disponemos.